22 Feb Nube Pública VS Privada VS Nube hídrida
Como especialistas en centralitas virtuales en la nube, nos encontramos que nuestros clientes aun no tienen muy claro que es eso de “la nube” y lo asocian a un sitio físico que hay en alguna parte del mundo donde toda la información termina depositándose ahí. Y aunque algo de razón tienen en pensar que la nube es como ellos creen que es, todo suele ser más complejo cuando de tecnología estamos hablando.
No existe una única “nube” o una única tipología de nubes y cuando nos referimos al “cloud”, nos podemos estar refiriendo a varios tipos de tipologías y despliegues.
Las centralitas virtuales se hospedan en la nube. Pero ¿En que tipo de nube? Es una muy buena pregunta y va a depender de la solución a medida que se necesite para un cliente en concreto. Porque la flexibilidad que aporta una centralita virtual es debido a muchos factores, uno de ellos, la posibilidad de un hospedaje público, privado o híbrido.
Vamos a ver los diferentes tipos de nubes que nos podemos encontrar.
Nube pública
Con una nube pública, todo el hardware, el software y otra infraestructura de apoyo es propiedad del proveedor de la nube y es administrada por él. Comparte el mismo hardware, almacenamiento y dispositivos de red con otras organizaciones o inquilinos de la nube. Lo más frecuente es que se suscriba a un entorno virtualizado que separa nuestros servidores de los de otros suscriptores.
- Utilidad: Las nubes públicas generalmente ofrecen el costo más bajo. Las nubes públicas suelen ofrecer un modelo de pago por uso en el que hay que pagar por hora por los recursos que se utilizan. Esta es una forma económica de optar por si estás empezando con esto o piensas implementar tu primer despliegue en la nube. Ya sea en desarrollo o para hospedar algún tipo de servicio.
- No se requieren contratos especiales: Además de la utilidad que aportan, tienen la flexibilidad de que estás pagando por hora y si deseas apagar el servidor después de usarlo durante 2 horas, no habrá ningún contrato que requiera el uso continuo del servidor.
- El hardware es compartido: Dado que la nube pública es por definición un entorno multi-inquilino, nuestro servidor debe compartir el mismo hardware, dispositivos de red y almacenamiento que todos los demás inquilinos que están allí en la nube.
- El control del rendimiento del hardware no es necesario: En la nube pública, no podrás elegir el hardware, el rendimiento de almacenamiento o la caché. Nuestro servidor virtual se colocará en cualquier hardware y red que el proveedor de la nube designe para nosotros.
Nube privada
Una nube privada consiste en recursos informáticos utilizados exclusivamente por una empresa u organización. La nube privada puede estar físicamente ubicada en el centro de datos in situ de la organización o empresa, o puede estar alojada en un proveedor de servicios de terceros. Pero en una nube privada, los servicios y la infraestructura siempre se mantienen en una red privada y el hardware y el software están dedicados exclusivamente a nuestra organización.
- Seguridad: Dado que las nubes privadas están dedicadas a una organización o empresa específica, el almacenamiento de datos, el hardware y la red pueden ser adaptados de tal manera que se aseguren altos niveles de seguridad que nunca puedan ser accedidos por ningún otro cliente del mismo centro.
- Personalizable: El rendimiento del almacenamiento, el rendimiento de la red y el rendimiento del hardware pueden especificarse y personalizarse fácilmente a través del sistema privado de computación en nube.
- Cumplimiento: Las diferentes leyes de privacidad de los países o las reglas específicas que rigen para algunos sectores y compañías pueden hacerse obligatorio unos altos estándares de seguridad. Con una nube privada, nos aseguramos de cumplir con todas las normativas que se nos puedan imponer.
Nube híbrida
Las nubes híbridas combinan la infraestructura de las propias instalaciones del cliente, o nubes privadas, con las nubes públicas para que las organizaciones puedan disfrutar de las ventajas de ambas. En un entorno de nubes híbridas, los datos y las aplicaciones pueden desplazarse entre las nubes privadas y las públicas para obtener una mayor flexibilidad y más opciones de despliegue.
- Control: Nuestra empresa puede mantener una infraestructura privada para los activos sensibles.
- Flexibilidad: podeos aprovechar los recursos adicionales de la nube pública cuando los necesitemos.
- Rentabilidad: con la capacidad de escalar a la nube pública, pagamos por la potencia de computación adicional sólo cuando la necesitemos.
- Facilidad de migración: la transición a la nube no tiene por qué ser abrumadora porque se puede migrar gradualmente, moviéndose en fases a lo largo del tiempo
Una vez que ya conocemos los diferentes tipos de nubes en las que podemos alojar los servicios informáticos de la empresa, y conociendo sus ventajas y sus casos de uno, podremos entender mejor cual es la mejor solución que se podrá aplicar a nuestra empresa. Lo más habitual, será alojar nuestra centralita virtual en una nube pública. Pero como hemos visto, puede que en nuestro caso en particular, una nube privada o híbrida sea una mejor opción en nuestro caso en particular.